Sábado, 27, Abr, 4:28 PM

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Hoy día el problema del cambio climático nos está imponiendo nuevos retos para mitigar sus efectos pero también nos esta obligando a innovar para poder adaptarnos a estas nuevas condiciones ambientales. En ese sentido, debemos hacer un alto y evaluar el camino hacia dónde estamos llevando el desarrollo del país. Observamos que cada día es más difícil desenvolverse sobre todo en las ciudades, donde los sistemas artificiales están colapsando (carreteras, alcantarillados, suministro de servicios básicos, entre otros). Esta situación se agrava a nivel del hogar, porque cuando las personas llegan a descansar a su casa, se encuentra con otros problemas como condiciones de habitabilidad negativas (humedad y calor excesivo), espacio limitado dentro y fuera de la vivienda, materiales de construcción no adecuados para el clima tropical.

Muchas veces aquí en Panamá, se construyen viviendas que no cumplen las condiciones mínimas de habitabilidad. Este concepto se refiere  a la calidad de vida y toma en cuenta aspectos tales como las necesidades básicas de las personas pero también otros como los ambientales, sociales y comunitarias. Hay que considerar cómo integrar los espacios naturales con las infraestructuras como una acción para mejorar la calidad de vida de la gente.

Si no existen esas condiciones mínimas, entonces tendremos a una población en constante estrés generando otros problemas de falta de tolerancia, menor rendimiento en las tareas diarias, conflictos familiares, etc. Ya de por sí el ambiente urbano es agresivo y cuando el individuo llega a su casa a descansar y compartir con la familia, se encuentra con otro ambiente hostil, generando más estrés con consecuencias a veces negativas.

Debemos corregir el rumbo y todos los actores involucrados tienen la responsabilidad de aportar su grano de arena en esta problemática, a saber, las instituciones públicas, la empresa privada, la academia, gremios profesionales, las ONG´s y las autoridades locales, entre otros. Si queremos una sociedad productiva y en paz debemos procurarles las condiciones de habitabilidad adecuada, para empezar.

Es necesario elaborar una “Estrategia de Viviendas Sostenibles” para la vida digna de las familias panameñas, y de esta forma, contribuir a reducir la vulnerabilidad y también al aumento de la resiliencia de las ciudades al cambio climático. Es importante tener presente en esta estrategia, el equilibrio territorial y poner orden en el uso del espacio urbano.

Se deben considerar materiales más ecológicos para la construcción de viviendas tales como la madera y de esta forma se contribuye al secuestro de carbono forestal a largo plazo. Debemos regresar al uso de la madera porque son materiales inocuos a la salud humana. Se pueden reemplazar los marcos de puertas, puertas, ventanas, marco de ventanas por productos de madera. 

Otro material que tiene mucho futuro es el bambú. En otros países tropicales es una alternativa natural para incorporarlo a las viviendas como pisos, techos, paredes, entre otros usos. El uso de estos materiales puede incentivar la reforestación con especies maderables nativas y del bambú, generando empleos en las áreas rurales. Otro material que debemos reemplazar es el zinc porque no es apto para nuestro clima tropical. Si observamos las casas de nuestra campiña, veremos que usan tejas y por algo es. Son más frescas y naturales. Muchos artesanos se beneficiarían con la producción de este material y les generaría recursos económicos para sus familias.

Si combinamos estos cambios en las viviendas y los sumamos a los cambios en la ciudad como impulsar la arborización y restauración de los bosques ribereños de los ríos citadinos, entonces tendremos un ambiente verdaderamente agradable y que invita al descanso y desarrollo de actividades recreativas para hacer llevadero el trajinar diario de las ciudades.

Es importante considerar en las viviendas el espacio para las áreas verdes para poder plantar un árbol o arbusto ya sea ornamental o frutal. La norma de la OMS indica que mínimo se deben dejar 9 m2/persona de área verde.

Por último, se debe reconocer y potenciar el valor de las viviendas sostenibles y de los espacios verdes para mejorar el bienestar de la gente y reconocer que estos cambios nos pueden ayudar a reducir costos y a la vez,  generar beneficios ambientales para la población en general.

“La relación ciudad- naturaleza es necesario potenciarla para tener ciudades más naturales”.


Por: Carlos Gómez – Ing. Forestal.

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